El autoconsumo forma parte de la eficiencia energética de edificios

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La recomendación no vinculante sobre las directrices para promover los edificios de consumo de energía casi nulo (EECN) que ha publicado la Comisión Europea reconoce la prioridad de la eficiencia energética de edificios para el establecimiento de la Unión de la Energía y la Directiva 2010/31/UE de eficiencia energética de edificios (DEEE) como el principal instrumento para alcanzar los objetivos de energía y clima.

Los edificios representan el 40% del consumo de energía y el 36% de gases de efecto invernadero en la UE. La lentitud de los Estados miembros en el cumplimiento de la DEEE y el hecho de no haber valorado todo el potencial de ahorro energético de los edificios ha motivado las directrices que señalan los valores de referencia aplicables a los edificios de consumo de energía casi nulo para 2020, confirmando que las energías renovables y las medidas de eficiencia energética van unidas.

Todos los edificios nuevos serán de consumo casi nulo antes del 31 de diciembre de 2020 (2018 para los edificios públicos) y el parque inmobiliario existente deberá adoptar niveles de eficiencia similares a los EECN. El concepto de EECN es el del edificio que, partiendo de una alta eficiencia, la poca energía que requiere se cubrirá, en muy amplia medida, con energía producida por fuentes renovables en el mismo edificio, “in situ” o en el entorno. Se trata del edificio con autoconsumo, individual o compartido. Esta definición se concreta en un indicador de uso de energía primaria expresado en kWh/(m2/año).

La energía renovable generada “in situ” reducirá la cantidad de energía primaria. El cálculo de los niveles de eficiencia energética del EECN habrá de incluir siempre la energía renovable generada en el edificio, con distintos porcentajes según las zonas climáticas, para determinar el valor de la energía primaria neta.

La proyección para 2020 de los valores de referencia aplicables a la eficiencia energética de los EECN para las zonas mediterránea, oceánica y continental, oscilan entre los 20 y 55 kWh/(m2/año) de energía primaria neta para los edificios de oficinas y entre 0 y 40 kWh/(m2/año) para viviendas, que resultan de cubrir en todos los casos las necesidades de energía primaria por fuentes renovables “in situ” entre un 50% y un 100%.

La definición de EECN no diferencia entre edificios nuevos o existentes y la rehabilitación del parque inmobiliario existente habrá de incluir un aumento del uso de energía renovable, incluyendo calefacción y refrigeración. Así deberá incorporarse a las ordenanzas y códigos de la construcción. Las estrategias nacionales de rehabilitación deberán incluir los niveles de EECN más rigurosos y mayores porcentajes de rehabilitación a través del uso de renovables, vinculación del EECN con la calificación energética A++ y mecanismos de supervisión.

En el Código Técnico de la Edificación, actualizado por la DB HE 2013, se estableció una limitación del consumo de energía primaria no renovable para el uso residencial entre los 40 y 70 kWh/(m2/año). En la Estrategia a largo plazo para la rehabilitación en el sector de la edificación de 2014 se excluyeron las renovables por “no resultar convincentes si se realiza un análisis económico a largo plazo”. El concepto de EECN se ha transpuesto en el RD 56/2016 con tres años de retraso, pero el RD 900/2015, que regula el autoconsumo, establece serias barreras al desarrollo de la generación renovable “in situ” y al cumplimiento de la DEEE.

La Comisión europea afirma que la energía renovable que se produce en el mismo edificio (utilizada “in situ” o exportada) reduce las necesidades de energía primaria y que en los nuevos EECN construidos en Europa son económicamente viables ahorros del 80% con un enfoque que combine la eficiencia energética con el uso de renovables.

El concepto de EECN, al ir unido al autoconsumo, implica una revisión del Código Técnico de la Edificación, del Reglamento de Instalaciones Térmicas de edificios, de la Certificación energética de edificios, de la Estrategia a largo plazo de rehabilitación y de las actuales restricciones al autoconsumo.

La calefacción y refrigeración representa el 50% del consumo de energía de Europa y acapara el 68% de las importaciones de gas. El 75% de energía utilizada en los edificios es energía fósil y solo el 18% renovable. El potencial de ahorro supera el 70%. Los datos se citan en la Estrategia de calor y frio que la Comisión Europea presentó en febrero de este año y, de la misma manera que las directrices para los EECN, el objetivo es sustituir el consumo de combustibles fósiles por renovables en todos los edificios a partir de 2020.

El EECN es una nueva manera de construir y rehabilitar vinculada a la innovación tecnológica que representa la unión de las medidas de eficiencia y las renovables. El modelo energético convencional va a verse alterado por completo ante la profunda transformación de la forma de generar y usar la energía en hogares y empresas.


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