El fabricante de automóviles eléctricos TESLA ha superado en valor bursátil a General Motors y Ford Motor que lideraban el sector en EEUU. Ha vendido 25.000 unidades en el primer trimestre de 2017, se ha apreciado un 40% y acumula más de 400.000 pedidos.
Detrás de este hecho está el abaratamiento del 50% en el coste de las baterías de almacenamiento desde 2011 y la previsión de que caigan un 70% más en los próximos 15 años. Esta caída es paralela a la de la energía eólica y solar que verán caer sus costes un 26% y 59% respectivamente hasta 2025 y se acumula a la bajada del 40% y 80% desde 2009.
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La maduración de las tecnologías de almacenamiento y renovables provocará un descenso de la demanda de energía primaria en todo el mundo. El Consejo Mundial de la Energía pronostica el pico de la demanda para antes de 2030 y un reparto del mix energético al 50% entre renovables y combustibles fósiles para mitad de siglo. El aumento de la electrificación y la mayor inversión en renovables y generación distribuida elevará la tasa de utilización de la energía eólica en un 20% y de la fotovoltaica en un 40%, y, descenderá en la misma proporción el uso del gas y el carbón.
Las 10 claves del nuevo modelo de negocio energético
Los más recientes informes de consultoras, bancos y agencias de rating identifican la mejora de la competitividad del almacenamiento y de la fotovoltaica con un cambio en el modelo de negocio energético:
- El futuro del sector energético estará en manos de quienes lideren el almacenamiento.
- En muy pocos años será más barato hacer funcionar un vehículo eléctrico con la energía solar que genere el techo de la vivienda que con combustibles fósiles.
- El almacenamiento determinará el futuro de las eléctricas ya que las smart grids reducirán la demanda y sus ingresos.
- El almacenamiento hará innecesarias las centrales nucleares, de gas o de carbón como energía de respaldo de las renovables.
- Las baterías de ion litio serán más eficientes en el equilibrio de la oferta y la demanda eléctrica, eliminarán costes y se gestionará la red de forma más eficaz que con la generación convencional.
- Los ganadores del almacenamiento lo serán del vehículo eléctrico y de las renovables porque compartirán la mejora de competitividad de sus costes.
- Las renovables duplicarán su capacidad mundial en 2030 si se instalan 150.000 MW de baterías eléctricas, ya que son la pieza clave de la transición energética global.
- El almacenamiento creará una red eléctrica más flexible y eficiente que ahorrará miles de millones de costes al sistema eléctrico cada año.
- La mitad de todo el almacenamiento provendrá de los hogares y las empresas que buscan controlar su consumo de energía, lo que alterará los modelos de negocio convencionales.
- La capacidad solar residencial a nivel mundial ha crecido diez veces en la última década y el almacenamiento revalorizará la fotovoltaica gracias a la combinación del autoconsumo y el almacenamiento.
El almacenamiento distribuido va a cambiar la forma de generar y usar la energía. Su crecimiento en los próximos años facilitará que los consumidores gestionen su demanda energética integrando el autoconsumo, el almacenamiento y la batería del vehículo eléctrico en la propia vivienda o edificio. Eso mismo podrán hacer las empresas para abordar los picos de demanda con mayor uso de renovables. La capacidad de almacenamiento va unida al crecimiento de las energías renovables y a un modelo urbano sostenible.
El informe “The Future of Electricity” del Foro Económico Mundial concluye que “la adopción de nuevas tecnologías inteligentes conectadas a la red eléctrica, como el almacenamiento distribuido, el autoconsumo, los contadores inteligentes y el vehículo eléctrico generarán más de 2,4 billones de dólares a la economía de los países de la OCDE en los próximos 10 años por la mayor eficiencia, creación de empleo y la caída de los costes energéticos”. La Comisión Nacional de Infraestructuras del Reino Unido ha calculado unos ahorros anuales de 10.300 millones de euros mediante una política energética inteligente.
La integración del vehículo eléctrico en la red eléctrica y en la gestión energética de los edificios está provocando las alianzas empresariales más importantes en el mundo entre las empresas de almacenamiento, fotovoltaicas, inmobiliarias, eléctricas y fabricantes de automóviles. El nuevo modelo energético está aquí y necesita nuevos complejos industriales y tecnológicos que están conformando un nuevo liderazgo mundial.
El almacenamiento puede hacer grande otra vez a los EEUU y le siguen Alemania, Australia, Reino Unido, Holanda y Corea del Sur en una competencia por los objetivos más ambiciosos en almacenamiento, autoconsumo y vehículos eléctricos integrados en redes inteligentes y plantas virtuales de generación.
El futuro del sector energético está en la gestión de la demanda. A partir de ahora, cualquier política energética deberá partir de un análisis de la demanda de energía porque el perfil del consumidor ha cambiado. Las grandes eléctricas no podrán seguir expuestas a los riesgos y costes de la energía nuclear, el gas y el carbón. El vehículo eléctrico marca el fin de la era de los combustibles fósiles.