El ahorro está en los contadores

El 14 de noviembre se publicó en el Diario Oficial de la Unión Europea la nueva Directiva 2012/27/UE de Eficiencia Energética. Los objetivos son que todos los consumidores accedan sin obstáculos a la eficiencia energética a través de ofertas de servicios energéticos independientes de las distribuidoras y que el consumidor final participe activamente en la gestión de la demanda. El instrumento clave para que esto sea una realidad son los contadores inteligentes.

El artículo 9 de la directiva establece que los clientes finales recibirán contadores individuales a precio competitivo que reflejen el consumo real en tiempo real. Los contadores deberán aplicar sistemas de medición inteligentes que den cuenta de la energía vertida a la red a partir de instalaciones de generación del cliente final, que den información sobre entrada y salida de electricidad y que esa información se facilite al propio cliente o a terceros que actúen en su nombre. El artículo 10 establece sistemas de autolectura del contador por el propio cliente, que la facturación sea sobre el consumo real y que el cliente tenga acceso a la información histórica de consumos y costes para poder comparar con otras ofertas.

Esta directiva crea la nueva figura del consumidor-generador que participa activamente en la gestión de la demanda. Si en la directiva de eficiencia energética de edificios aparecía el autoconsumo como instrumento necesario para los edificios de consumo casi nulo de energía, en ésta el balance neto es un instrumento clave en los objetivos de ahorro y eficiencia energética. El papel fundamental en el sistema pasa de las distribuidoras dueñas de los contadores al consumidor soberano que es quien decide qué, cómo y cuándo consumir energía. El cambio es trascendental.

El Gobierno, en su voto en contra de esta nueva directiva, argumentó que nuestro país va seis años por delante de los objetivos europeos de eficiencia y que la aplicación de esta nueva norma era una penalización para España. A la vista de los contenidos de la Directiva de Eficiencia Energética está muy clara la intención de facilitar al consumidor el control del contador y su intervención directa en la gestión de la demanda. Se pretende beneficiar al consumidor dándole más autonomía y penalizar a las distribuidoras quitándolas el control absoluto sobre los contadores; justo lo contrario de la posición del Gobierno de España que sigue protegiendo a las distribuidoras frente a los derechos del consumidor.

Habría que pedir al Gobierno que las inversiones que se están haciendo en renovación de contadores se paralicen para exigir que se hagan de acuerdo con los criterios de la Directiva de Eficiencia Energética ya en vigor; de lo contrario, los dieciocho meses de transposición se convertirán en dieciocho años y eso sí que constituirá un grave castigo a los consumidores y un incumplimiento de las leyes europeas.