La eficiencia energética es la mejor garantía de suministro

La Eficiencia energética es la mejor garantía de suministroLa importancia del objetivo de eficiencia energética del 30% para 2030 que ha propuesto la Comisión Europea no depende tanto de su cuantía como de su obligatoriedad. El hecho de que el objetivo sea solo de carácter indicativo para los Estados miembros rebaja notablemente su eficacia pues se deja a cada gobierno la libertad de hacer lo que quiera. La renacionalización de la política energética solo conduce a una mayor debilidad de la UE. Es la razón de que la Comisión, a falta de un objetivo vinculante, solo pueda insistir en las buenas prácticas nacionales.

La Comunicación de la Comisión Europea sobre eficiencia energética, de 23 de julio, pone dos buenos ejemplos: el de Alemania que, a través de su banco público KfW concede préstamos preferentes para la eficiencia energética de edificios, o el de Francia que, en su proyecto de Ley de Transición Energética, propone beneficios fiscales del 30% para la rehabilitación. Ambos países han propuesto reducir al 50% su consumo de energía en 2050 y sus planes superan el alcance del objetivo que ahora plantea Bruselas.

El objetivo sobre el que ha trabajado la Comisión Europea es del 25% de ahorro de energía para 2030 y sólo en el último momento, debido a la crisis de Ucrania, la Comisión lo elevó al 30% para afrontar mejor los riesgos asociados al gas ruso. Tan solo hace un año insistía en que solo se cumpliría la mitad del objetivo del 20% y ahora se afirma que se llegará al 19%, aunque reconoce que más de un tercio se debe al descenso del consumo por la crisis económica y que solo la plena aplicación de las directivas de eficiencia energética garantizan el cumplimiento del objetivo de 2020 y el de 2030.

La Comunicación incurre en el error de desvincular los tres objetivos para 2030, de un 40% de reducción de emisiones de CO2, un 27% de renovables, aprobados en enero, y ahora el 30% de eficiencia energética. La resolución aprobada por el Parlamento Europeo en febrero de 2014 no solo elevaba el objetivo de eficiencia energética al 40% sino que hacía depender los objetivos de renovables y CO2 del objetivo de eficiencia.

Un objetivo de eficiencia energética del 40% para 2030 exigiría una reducción del 50% de emisiones de CO2 y un consumo de renovables del 35%; es la razón que lleva al Parlamento Europeo a calificar la eficiencia energética como pilar de la política de energía y clima. El enfoque correcto es de tres objetivos complementarios como compromiso vinculante. La Comisión, al separarlos, se suma a la posición de la patronal europea que ha defendido un solo objetivo de CO2 para mantener el mix energético convencional.

En la Comunicación de Bruselas se insiste en el papel fundamental de la eficiencia energética de edificios para la recuperación económica de la UE. Un 6,4% de la renta disponible de los hogares se destina a energía, un 11% de la población no puede calentar su casa, un 64% de las calefacciones y un 44% de las ventanas son ineficientes. Son retos que la Comisión Europea propone afrontar con la plena aplicación de la Directiva de eficiencia energética, a través de equipamientos eficientes, generación descentralizada, contadores inteligentes y autoconsumo para reducir el uso de combustibles fósiles, porque su menor demanda hará descender los precios de la energía. Dar a los consumidores el poder de administrar de forma activa su consumo es la meta para alcanzar los objetivos de eficiencia energética.

Los planes de rehabilitación energética de edificios son el instrumento más eficaz para alcanzar los objetivos de eficiencia energética y la Comisión propone incrementar el objetivo de rehabilitación por encima del 2% anual, con instrumentos financieros adecuados y accesibles a todos los grupos de consumidores como préstamos a bajo interés, contratos de servicios energéticos, productos financieros de eficiencia energética y fondos europeos.

Contrasta la relevancia que se da a la edificación con la poca atención que se presta al sector transporte, más derrochador y contaminante, sobre el que no se plantea ninguna nueva propuesta, justo cuando las estadísticas más recientes señalan el significativo retraso en el desarrollo del vehículo eléctrico.

Un objetivo no vinculante de eficiencia energética contribuirá a aumentar aún más la complacencia con la que el Plan Nacional de Acción de Eficiencia Energética 2014-2020, enviado por el gobierno español a Bruselas, afirma que España en 2012 ya alcanzó los objetivos marcados para 2020. El objetivo de la Comisión Europea de rebajar un 2,6% las importaciones de gas por cada 1% de ahorro energético se convierte en todo lo contrario para España gracias a la reforma energética que hace imposible el ahorro de energía a través de la subida del término de potencia en la factura de la luz, peaje de respaldo al autoconsumo y el decidido impulso al consumo de gas en edificios y transporte.

La Comisión alerta de que la crisis económica puede paralizar y frustrar los esfuerzos en eficiencia energética por la bajada de la demanda y la Comunicación está llena de datos que confirman los beneficios y la rentabilidad del ahorro de energía que, solo por las importaciones evitadas de hidrocarburos, deberían de aprenderse los responsables de la política energética y económica. Es una  grave incongruencia establecer objetivos indicativos porque conduce la eficiencia energética al baúl de las buenas intenciones.

La Oficina de Javier García Breva ha convocado a los medios el miércoles 1 de octubre para analizar la actualidad en energía: reforma energética, Plan Nacional Eficiencia Energética 2014-2020,  Real Decreto 8/2014, Estrategia de rehabilitación y  la Comunicación de la Comisión Europea de 23 de julio bajo el prisma de la recuperación económica.
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