La pasada semana se publicó la Orden del Ministerio de Fomento que actualiza el Código Técnico de la Edificación (CTE) con el objetivo de priorizar la eficiencia energética y la mayor utilización de energías renovables en la edificación, reconociendo sus beneficios para reducir la dependencia energética y las emisiones de CO2. La Orden 1635/2013 de Fomento persigue el cumplimiento de los compromisos europeos de energía y cambio climático para 2020 y la transposición de las directivas 2009/28/CE de renovables y 2010/31/UE de eficiencia energética de edificios cuyo plazo finalizó en diciembre de 2010 y enero de 2013 respectivamente.
El objetivo fundamental de la actualización del CTE es avanzar con ésta y futuras disposiciones reglamentarias en la obligatoriedad de requisitos mínimos para que antes de 2020 la nueva edificación y la rehabilitación de la existente se haga con el criterio de “edificios de consumo de energía casi nulo”, como establece la directiva de eficiencia energética de edificios. ¿Pero qué dice realmente la directiva? En su artículo 2 se define el “edificio de consumo de energía casi nulo” como aquel que cuenta con un nivel muy alto de eficiencia energética y la casi nula energía que requiera deberá proceder de fuentes renovables y ser producida in situ o en el entorno. El concepto de “edificio de consumo de energía casi nulo” se vincula al autoconsumo con renovables.
Esta Orden del Ministerio de Fomento viene después de la publicación de la Ley 8/2013 de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas cuyo objetivo es la reactivación del sector de la construcción y la creación de empleo y en su artículo 3 establece que entre los fines de las políticas públicas para el medio urbano estará la de “priorizar las energías renovables frente a la utilización de fuentes de energía fósil y combatir la pobreza energética con medidas a favor de la eficiencia y el ahorro energético”.
Si se comparan estas nuevas normas del Ministerio de Fomento con los informes publicados por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a cerca de los decretos de autoconsumo y renovables propuestos por el Ministerio de Industria se confirma la total incoherencia de la reforma eléctrica porque hace imposible el cumplimiento de las obligaciones del CTE y de la nueva ley de rehabilitación aprobada por el Congreso. La CNE ha pedido la retirada del “peaje de respaldo” al autoconsumo por la discriminación que supone no tener en cuenta los beneficios de las renovables y del autoconsumo que ahorran pérdidas en la red, evitan inversiones en el sistema, reducen la dependencia energética, las emisiones de CO2 y rebajan el precio mayorista de la luz. El Ministerio de Industria hace inviables no solo el autoconsumo y la eficiencia energética sino también el cumplimiento de las normas edificatorias del Ministerio de Fomento para la recuperación de la economía y el empleo y el cumplimiento de los compromisos europeos.
Los informes de la CNE y la reforma de la edificación que ha aprobado Fomento ponen de manifiesto las contradicciones de la reforma eléctrica que se aleja de las necesidades de los consumidores y los ciudadanos olvidando que la energía es una actividad transversal y que el sector eléctrico no puede ser ajeno a este hecho.