Alemania, Dinamarca y Francia elevan sus objetivos energéticos para 2030

objetivos de clima y energía 2030_La Oficina de JGBLa renacionalización de la política energética acordada en el Consejo Europeo de octubre, al relajar los objetivos de energía y clima para 2030, permite observar cómo a la vez que hay países que eligen seguir apoyando el mayor uso de los combustibles fósiles y un modelo energético basado en las importaciones y el consumo de energía, otros se han propuesto avanzar hacia una economía descarbonizada y competitiva priorizando la autosuficiencia energética y el ahorro de energía.

El análisis de las estrategias de rehabilitación de edificios de diez países europeos realizado por el Buildings Performance Institute Europe, destacaba que ninguna podía considerarse un ejemplo de buenas prácticas al no establecer un camino claro y estratégico y carecer de planes audaces y decididos. Por el contrario, según Navigant Research, para 2023 la inversión en eficiencia energética de edificios se duplicará en Europa hasta 80.800 millones en ese año. El mercado de edificios eficientes será liderado por Alemania, Francia y Reino Unido por su mayor apoyo a las políticas de eficiencia energética y por detrás quedan Italia y España con regulaciones más deficientes.

Alemania ha establecido en su planificación energética un objetivo de reducción de emisiones de CO2 del 40% para 2020 y del 80-95% en 2050; ahorro de energía primaria del 20% en 2020 y del 50% en 2050; reducción del consumo de energía primaria en los edificios del 20% en 2020 y del 80% en 2050 y consumo final de renovables del 18% en 2020 y 60% en 2050. Su plan de acción de eficiencia energética se basa en la rehabilitación de edificios para crear un mercado que apoye el liderazgo de las empresas alemanas en eficiencia energética a través de deducciones fiscales a las inversiones y una dotación de 2.000 millones anuales a la corporación de crédito KfW para inversiones en eficiencia. La rehabilitación ha creado 278.000 empleos en 2011 y la asociación empresarial alemana ha reclamado una ley de eficiencia energética.

La planificación de Dinamarca se propone desvincular el crecimiento económico del consumo de energía y emisiones de CO2. Para ello ha propuesto en 2020 la reducción del 40% de CO2, un 35% de consumo final de renovables, un 50% de electricidad con eólica, un 70% de consumo eléctrico renovable y un 12% de ahorro de energía sobre el consumo de 2006. Para 2030 Dinamarca ha planteado que toda la electricidad y la calefacción sea 100% renovables en los edificios, impulsando la electrificación del sistema.

Francia ha aprobado su proyecto de “transición energética” para luchar contra el desempleo, crear mercado de renovables y eficiencia energética y mejorar la competitividad de las empresas reduciendo el consumo de energía. Sus objetivos son reducir las emisiones de CO2 un 40% y un 30% el consumo de combustibles fósiles en 2030, rebajar la cuota nuclear al 50% en 2025 y elevar la cuota de renovables al 32% de consumo final, 40% de electricidad y 38% de consumo de calor en 2030. Se propone reducir un 50% el consumo final de energía en 2050 a través de la rehabilitación anual de 500.000 viviendas con ventajas fiscales del 30% y acceso a financiación con interés cero.

El caso del Reino Unido es diferente porque desde la pasada década estableció como objetivo prioritario la reducción de las emisiones de CO2 y la descarbonización de su economía. En 2012 aprobó la Estrategia de eficiencia energética para ahorrar 196 TWh en 2020 equivalentes a 22 centrales eléctricas. Para hacerlo posible aprobó su Green Deal para financiar la eficiencia energética, la micro-generación y los paneles solares en los hogares a través de los recibos de la luz y mejorar la calificación energética de los edificios. Más recientemente ha aprobado un objetivo de 20 GW fotovoltaicos para 2020.

El Reino Unido ha cuantificado los beneficios de la eficiencia energética en 3,20 euros por cada euro invertido por el gobierno y más de 8.600 millones anuales de ahorro de energía en el parque de viviendas. Pero los beneficios más importantes son la creación de 108.000 empleos netos anuales, la reducción de 23,6 millones de toneladas de CO2 y del 26% de las importaciones de gas en 2030. Para apoyar las inversiones se establecen subvenciones y préstamos a 10 años sin interés, según el riesgo de pobreza energética, para que en 2035 se eleve la calificación energética de todos los hogares a la letra C y para los de bajos ingresos en 2025.

La principal conclusión es que la industria europea mantiene su apuesta por las renovables y la eficiencia energética. En Alemania, Dinamarca y Reino Unido se han producido cambios de gobierno y de partidos gobernantes, pero la estrategia energética no se ha modificado. En todos ellos hay una coincidencia en destacar los beneficios de la eficiencia energética por la creación de empleo de calidad, la reducción de importaciones de combustibles fósiles y la rebaja de la factura energética para hogares y empresas y todo ello se define como mejora de la seguridad energética frente a las oscilaciones en el precio de los combustibles fósiles.

La resolución del Parlamento Europeo sobre los objetivos de 2030 estimaba en cinco millones de empleos los que se podrían crear en el sector de las renovables y la eficiencia energética. No cabe duda de que la energía va a condicionar el crecimiento de los próximos años y que la autosuficiencia energética es la base del futuro para cualquier país. El problema no es de objetivos ni de medios, sino de voluntad política.